El «periquito» vs el «tigre»

-Hola Aza, ¿Qué tal va?

-Pues por aquí ando intentando retomar este blog dejado de la mano de Dios durante tantos años. Tras cambiar la imagen e intentar inspirarme en escribir mi primer post y que fuera algo interesante, sigo espesa, así que lo primero que me ha venido en mente hoy es hablaros de mi «periquito».

El «periquito», dicese de esa contractura molesta y abultada instalada en el hombro. Vamos lo que viene siendo, la típica contractura cervical de toda la vida.

La contractura cervical sucede cuando los músculos que rodean las vértebras cervicales se vuelven rígidos debido a múltiples factores, generando esto un dolor que afecta a la vida normal de quien lo padece. Puede llegar a producir también mareos, dolores de cabeza o zumbidos.

En mi caso nivel de estrés, malas posturas en general, normalmente al dormir y/o frente al ordenador, etc…

 

Hoy tenía el «periquito» revolucionado, ya que ha decidido «mudarse» al otro hombro y eso «si que no», que con una movilidad limitada hacía la izquierda se tolera, pero hacía la derecha ya no lo consiento.

Así que como tratamiento he decidido usar el fantástico bálsamo del tigre (Tiger Balm) rojo después de indagar por el sr. Google y así darle uso a los dos botecitos que adquirí de Decathlon.

 

Si a alguien le interesa los usos de ambos (yo me lo he colgado en la nevera):

ROJO: Efecto calor para dolores musculares, tendinitis, tortícolis, dolor de cervicales, dolor de pies, etc… También es ideal para masajes y prácticas de calentamiento antes de hacer deporte o después de cualquier esfuerzo físico.

BLANCO: Efecto frío para dolores ocasionados por problemas articulares o de circulación. Es ideal para prevenir y aliviar las molestas jaquecas y migrañas y picaduras, además de problemas respiratorios si es inhalado.

Y tras revisar el texto y no saber que más añadir pues decido publicarlo, creo que tendré que personalizar más para mi próxima entrada o me veo más sola que la una en este mundillo, jajaja.

Lo dicho, nos vemos en los bares, yo invito y tú pagas 😉